Texas adopta un estándar global para advertencias sobre aditivos alimentarios - Reform Austin

Una nueva ley firmada por el gobernador de Texas, Greg Abbott, está revolucionando la industria alimentaria nacional, sentando un precedente que podría repercutir mucho más allá de las fronteras estatales. El Proyecto de Ley 25 del Senado, aprobado con apoyo bipartidista, exigirá que los alimentos y bebidas envasados que se vendan en Texas incluyan etiquetas de advertencia si contienen alguno de los 44 colorantes o aditivos químicos prohibidos o desaconsejados en Australia, Canadá, la Unión Europea o el Reino Unido. Este mandato, que excluye los productos de restaurantes, se aplicará a todas las etiquetas desarrolladas después del 1 de enero de 2027.

Entre los ingredientes marcados se encuentran sustancias de uso común como el Rojo 40, el Amarillo 5, la harina blanqueada y los aceites parcialmente hidrogenados, ingredientes presentes en productos icónicos de Texas como los helados Big Red y Blue Bell, según informó The Dallas Morning News. Aunque inicialmente era más amplia, la lista se redujo en mayo tras la oposición de importantes fabricantes texanos, como Frito-Lay, Keurig Dr Pepper y Blue Bell Creameries. El jarabe de maíz de alta fructosa y el aspartamo se eliminaron finalmente del proyecto de ley para evitar un conflicto más profundo con las partes interesadas de la industria.

“Quiero que Texas vuelva a ser saludable, pero no quiero perjudicar a las empresas texanas”, dijo el representante Pat Curry, republicano de Waco.

El nuevo embalaje debe mostrar de forma destacada una etiqueta de advertencia de alto contraste que diga: “ADVERTENCIA: Este producto contiene un ingrediente que no está recomendado para el consumo humano por la autoridad correspondiente en Australia, Canadá, la Unión Europea o el Reino Unido”.

Los fabricantes de alimentos se enfrentan ahora a una serie de decisiones difíciles: reformular recetas, rediseñar envases, retirar productos de los anaqueles de Texas o interponer recursos legales contra la ley. Con su amplio alcance y sus referentes internacionales, la legislación ha situado a Texas en el centro de un creciente debate nacional sobre transparencia alimentaria, regulación y salud del consumidor.

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